Toda mi vida he estado en contacto con familias en las que había niños pequeños, primero por mi condición de canguro, cuando era más joven, y ahora como Logopeda.
He tenido mucha suerte y he aprendido muchísimo de ello. Cada mami y cada papi, con su estilo particular, iban enseñándome indirectamente cosas que más tarde serían tremendamente útiles para mi.
Maneras de educar,de perder la paciencia,de tener paciencia por tres, de maleducar,de dar lecciones magistrales, de echar broncas afinadas como una sinfonía de Beethoven,de contar hasta 10, de pasar de todo, de prometer la luna a cambio de un baño, de desbordar cariño,de gritar como una loca, de lidiar con berrinches, con chicles pegados en el pelo,con garajes innundados y cortinas chamuscadas...
Fue una etapa muy divertida, intensa y reveladora.... y, junto con la propia educación recibida,teniendo en cuenta que tengo 5 hermanos, creo que puedo decir que hice un master anticipando de lo que podría ser mi vida futura como madre.
Conocí en esa etapa a una persona que clasificaba a las "madres" en dos grupos.
Mamás Leonas y Mamás Gallinas.
Sin ánimo de etiquetar de manera peyorativa o menospreciar, me resultaba divertida esa manera de clasificarlas y desde mi ignorancia e inexperiencia, inevitablemente yo sacaba mis prejuicios a pasear y también las miraba de esa manera.
Estaban las que no paraban de "cacarear" aturullándome y volviendo locos a sus hijos,sonando mocos a niños suficientemente mayores como para fumar su primer pitillo y las que leían plácidamente en su sofá sin inmutarse mientras sus "cachorros" trepaban por todo lo trepable, hasta que alguien hacía que perdiera la paciencia y entonces lanzaban un rugido al aire que ya quisiera Simba en sus buenos tiempos...
Las mamás que corrían con cara de pánico hacia su "bebé" de 7 años al verlo tropezar y las que sólo reaccionaban si había que coser.
Las mamás de "lo que tú quieras cariño" y las de "estoy super tranquila...hasta que exploto y grito".
Esas mamás que somos todas. ¿O no?
¿Quien no ha querido arropar bajo su ala protectora a sus hijos, pensando que "qué va a hacer si mí" alguna vez?¿Quién no los ha asfixiado cuando pretendía "cuidarlos"?
O en el otro extremo, ¿Alguna ha conseguido no gritar a sus hijos nunca? ¿Quien no ha pretendido dejarles espacio, pero ha terminado interviniendo con un "rugido"?
Y para terminar dando un paso más... ¿Cuántas sois capaces de ser gallinas y leonas el mismo día, varias veces?
¡Yo la primera!
Tenemos días de "esto pasadito en puré, por si se atraganta" y "tú mastica fuerte cariño que ya eres mayor!", días en los que por la mañana les ponemos doble camiseta porque "van a coger una pulmonía" y por la tarde no nos importa que no se laven las manos antes de comer el bocadillo "aisss...ahora subir a casa, por un día...a ver si tengo una toallita..."
¿Y por qué? ¿Por qué somos así? ¿Por qué, a pesar de ser personas maduras y con sentido común,en lo que se refiere a los hijos, aunque nos esforzamos, no tenemos un rumbo fijo? ¿Por qué vamos improvisando en lo que más importa en este mundo?
Pues porque las mamás humanas (ni leonas ni gallinas) viven en un mundo muy complicado...mucho más que la sabana o el corral.
En el mundo actual, en el que necesario tener una diplomatura universitaria y hablar dos idiomas para trabajar vendiendo ropa, no nos hemos parado a pensar que ser padres/madres es la tarea más natural y a la vez más complicada que existe. Venimos preparados de serie para procrear y tener descendencia, pero educar son palabras mayores.¿Dónde se estudia ese Máster?
No es lo mismo educar a un niño en una ciudad de 3 millones de habitantes que en una aldea de 100. No es lo mismo educar en el 2014 que en el 1952.
Por eso necesitamos un método.Una guía que pueda marcar un camino común, válido para mi familia de dos niños en un pueblo y para una familia numerosa en una gran ciudad. Para cualquier tipo de familia, con cualquier tipo de vida, valores o formas de ver el mundo.
Para que podamos ser humanas, no gallinas o leonas. Para que podamos ofrecer a nuestros hijos una estabilidad a través de nuestro estilo educativo,pensado,estudiado y contrastado por profesionales.
Para mi la Disciplina Positiva es ese método.
Yo, desde mi papel de gallina-leona me vi criando hijos entre gritos y arrepentimientos, hasta que descubrí el por qué de mi indecisión y sus berrinches.Los por qués a todo lo que me parecía tan fácil de joven, desde mi posición de canguro, y ahora como madre no podía controlar.
Descubrí la manera de inculcar los valores que son importantes para mi de una manera amable y eficaz.
Y está funcionando.
En nuestra familia ya hace mucho que no se oyen rugidos o cacareos...y mi marido dice que si algún día se nos escapa y volvermos a dejar de ser humanos...nos pareceríamos más a Mamá y Papá Pig, de esos que se parten de risa rodando por el suelo...
XD